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martes, 1 de julio de 2014

ORO (León de Aranoa)

Gold Treasure Endeavors and Co., empresa norteamericana con base en Miami especializada en el rescate de antiguos galeones hundidos, reclamó la propiedad del oro hallado entre los restos del naufragio de La Hispaniola, a 170 metros de profundidad frente a la costa de Cádiz, 36n 7w. Uno de sus barcos lo había encontrado, así que a ellos pertenecía.
El Gobierno español hizo pública una queja formal. El galeón en el que el oro había sido hallado tenía pabellón español. Había sido fletado por su majestad el rey Felipe IV en 1631, así que cuanto había en él pertenecía en justicia a la corona española.
El Estado peruano alzó también su voz. El barco será español, pero el oro que transportaba es peruano, producto del saqueo sistemático al que los españoles sometieron a sus colonias tras la Conquista.
Los indígenas peruanos, descendientes de los legítimos propietarios del oro sustraído, no alcanzaron a leer la noticia.

2 comentarios:

  1. yo, para ser feliz, quiero un camión



    ruedas y no cimientos



    nunca más de una vez en cada sitio



    cada día un paisaje diferente



    no soy de aquí ni soy de allá



    bares de carretera con mesa del lugar



    cabrales en Oviedo



    queimada en Pontevedra



    marmitako en Gernika



    pipirrana en Jaén



    y no repetir nunca



    contadme, camareros, vuestras vidas



    cada una tan diversa de la otra



    en la radio se oyen siempre emisoras nuevas



    quizá alguna vez suene El blues de mi camión



    durmiendo en la cabina, por la luna bañado



    o quizá en un motel distinto cada noche



    atravesando puertos de montaña



    laderas pirenaicas



    el cañón del Río Lobos



    faldas del Mulhacén



    otro día la costa bordeando



    con olas salpicando los neumáticos



    cerca del mar porque no nací en el Mediterráneo



    túneles, puentes, sierras



    campos, bosques, desiertos



    y eso sin contar con portes transnacionales



    autopista de El Cairo



    travesía de los Alpes



    ruta del Himalaya



    las carreteras (es lo mejor de todo) no mueren en un punto



    las alfombras de asfalto no se terminan nunca



    y por todo eso yo



    para ser feliz



    quiero un camión


    (AITOR SUÁREZ / SAIZ DE MARCO / RAFAEL BALDAYA)

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  2. Cruje el pasado
    con ruido de hojas secas
    cuando lo pisas.

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